Domingo, 1 de febrero de 2009

Hola.

No sé si hago esto para desahogarme, o simplemente porque me ha dado una venada (y a mí cuando me da una venada, me da de verdad). ¿A quién le puede interesar conocerme? ¿A quién le puede interesar mi vida? En fin, que como no hay noticias (esto ya parece un “tópico”), pues voy a dedicar algunos post a describir a nada más y nada menos que…a mí misma.
Las teorías de personalidad básicas afirman que la persona y su carácter dependen de la genética, por un lado, y de su entorno por otro. Soy de letras, así que se me dará mejor lo segundo XD. No es que vaya a contar como están puestos los adoquines en la calle de enfrente, es algo más humano: porque el entorno lo forman las personas que te rodean.
Paso el 30% del día en el instituto, otro 30% dedicándome a las tareas que derivan de él y un alto porcentaje hablando de “lo que ha pasado hoy en clase”. Aunque no me guste, es uno de los centros de mi vida.

Me apetece empezar por los profesores…Mis grandes enemigos (los archienemigos son los exámenes, como ya dije). Como es obvio, no voy a decir nombres, pero, ¿qué me impide describir a esa panda de…? Empecemos con la primera de todas, la profesora de filosofía.
Físicamente, lo que caracteriza a esta mujer son sus ojos (por eso de que se salen de las órbitas). No voy a decir más no vaya a ser que me descubran XD. Por muy malo que sea un profesor, lo mínimo que pides es que explique bien, que no es el caso de esta tiparraca. Sin seguir un esquema fijo, empieza a pasearse por la clase, soltando el rollo y le daré un premio a quien sea capaz de escucharla toda la clase entera. Imaginad, la filosofía es difícil de comprender, y llevarla al examen por tu cuenta, solo puede acabar en un suspenso, que no es que quede bien para hacer la media de la universidad. La filosofía siempre ha sido una asignatura que me ha echado para atrás, pero en los dos años que la llevo dando, mi odio hacia la filosofía se ha incrementado considerablemente. Sí, quizá pueda llegar a ser interesante, pero no me va eso de divagar sobre metafísica, el ser, la realidad…
Pensando en estas cosas te das cuenta de que sigues en clase, y que la petarda sigue hablando, solo interrumpidas por las preguntas de el sabihondo de la clase (del que hablaré algún día). Tu conciencia te dice: “Deja de hacer dibujitos y copia algún apunte, que si no luego pasa lo que pasa.” Tú, obediente, miras la pizarra para intentar meterte en la clase, pero entonces te acuerdas de que la subnormal solo escribe de vez en cuando palabras sueltas y que no ayudan a nadie. Como muestra un botón: “Argumento ontológicoa priori, bondad, belleza, poder, solidaridad, Dios es el ser más perfecto que pueda pensarse tiene que existir.” Tú copias como un autómata, sin enterarte de nada, y te planteas preguntarle dudas al final de la clase. Lo malo es que como se enrolla tanto, y tú has perdido el hilo durante todo el curso, te da pereza. Además, ¡sí! ¡Está loca! Nos contó que su obsesión por la filosofía viene de largo y particularmente pienso que hay que estar muy loco para estudiar filosofía…
Llegas a un punto en el que cuentas los segundos que quedan para que acabe la clase. Te desesperas viendo como los minutos pasan cada vez más despacio…Fantaseas, dibujas, hablas,…”Una piedra nunca podrá convertirse en encina”…”Sócrates es hombre; Sócrates es mortal; luego todos los hombres son mortales”. (¡Vaya, al final va a resultar que escucho!) Esporádicamente nos manda comentarios de texto, e imaginad, el esfuerzo que tienes que hacer para inventarte una redacción y desarrollar un tema del que no tienes ni la menor idea. Y luego, le entregas el comentario, y dice que no le demos más, que se aburre de corregir (¡no te jode!). Y cuando te pide el e-mail para mandarte correos con material extra, decides definitivamente coger historia en la PAU.
Por fin suena el timbre, pero ella sigue hablando. Yo cojo la mochila, guardo las cosas y salgo escopeteada por la puerta. Que te escuche tu madre.

Supongo que tendré que rezar para tener alguna posibilidad de aprobar el curso. Deseadme suerte…O_o.
Gracias por los e-mails y las visitas.

Por si no había quedado claro, ODIO filosofía.